jueves, 22 de octubre de 2015

Derecho al olvido

''Que el individuo debería tener protección de su persona y sus propiedades es un principio tan antiguo como la ley, pero de vez en cuando es necesario definir de nuevo la naturaleza y el alcance de esa protección. Cambios políticos, sociales y económicos, suponen el reconocimiento de nuevos derechos, y la Ley, en su eterna juventud, debe crecer para satisfacer las nuevas demandas de la sociedad. Inicialmente la Ley dio remedio a la interferencia física con la vida y la propiedad privada. Más tarde se reconoció la naturaleza espiritual del hombre, de sus sentimientos y de su intelecto de modo que el derecho a la vida se convirtió en el derecho a disfrutar de la vida, – el derecho al olvido, a que te dejen en paz, asegura el ejercicio de los amplios privilegios civiles, y el término “propiedad “ha crecido hasta incluir toda forma de posesión – intangible, así como tangible.'' 



Buenas noches lectores y lectoras de mi blog, os digo buenas noches no porque no quiera que tengáis unos buenos días sino porque precisamente ahora es de noche y estoy sentada frente al ordenador para disponerme a explicar, o al menos intentarlo, que es eso de el derecho al olvido.
Vamos por partes, ¿conocéis algo sobre este derecho?

El derecho al olvido comenzó a oírse por primera vez ya en el año 1890 por un jurista norteamericano, Louis Brandeis que lo definió como “the right to be let alone”, el derecho a que te dejen estar solo o en paz.

Y me diréis pero, ¿en qué consiste?

Ya sé que no tenéis porque informaros de esto en mi blog, que podéis buscarlo vosotros mismos pero bueno, para quien le interese aquí estoy. 
En pocas palabras es el derecho que toda persona posee por su privacidad e intimidad. El derecho a que nadie sea dueño de tus datos y pueda usarlos, para lo que sea a no ser que se tenga un motivo legal que lo ampare. Cabe apreciar que este derecho puede verse relacionado con la libertad de expresión.

No nos damos cuenta, pero decidme, ¿cuántos años o cuánto tiempo lleváis navegando por internet? Desde ese momento  hemos dejado registrados ciertos datos que se relacionan con nuestra persona, y a día de hoy, es parte de nuestro pasado y que, por así decirlo no se puede borrar, y por tanto  nadie tiene el derecho a manipular esa información, esos datos.  Como ejemplo, imaginaros que subís una foto haciendo una locura, y ya solo por eso, pueden saber hasta quien eres, y como ya he dicho, eso no es legal. Y entonces, ¿cual es el problema?
Google, por ejemplo, podría promover una actividad que consistiese en borrar todos tus datos de internet, pero, ¿porque no vas a tener derecho a que haya datos tuyos registrados en internet sin el miedo a que nadie acceda a esa información? Pues en esto básicamente consiste este derecho.

Por eso y en parte gracias a esto, es probable que un problema de este tipo se solucione, ya sea coloquialmente o, si no se consigue de esta manera, lo más fácil es denunciar e ir a un juicio.

Para ejercitar mi derecho al olvido, debo certificar mi identidad al buscador enviando una copia del DNI. Pero, además:

- Tengo que conseguir certificar que el individuo al que se refiere la página web publicada por un tercero soy yo.
- Tengo que conseguir certificar que el contenido vulnera mi derecho a la protección de datos.
- El buscador tiene que determinar si la supresión de los enlaces vulnera el derecho del público a tener acceso a la información de que se trate.

Creo que aunque sea poco, una idea básica os podeis hacer sobre este término, el derecho al olvido. Asique hasta aquí mi entrada de hoy, hasta mañana.